lunes, 1 de abril de 2013

La tranquilidad del hogar de don Luciano Baquero, un modesto trabajador que vende cerveza en el barrio Inglés de Bogotá, se terminó el pasado mes de enero, cuando en una llamada inesperada le avisaron que su hijo adolescente estaba detenido en otro país.
Desde septiembre de 2012, Jordan Baquero, un joven de 16 años, había viajado a Argentina en plan de turismo y contaba con el permiso de sus dos padres, quienes están separados desde hace varios años. Aunque llevan mucho tiempo sin hablar, ambos se habían reunido para firmar el permiso que requería el menor de edad para viajar fuera del país.
Cuenta el padre del joven que "se fue para Argentina más o menos en el mes de septiembre del año pasado (2012) en son de paseo, por ocho, diez días, a visitar un primo por allá, iba a estar con un primo". Pasado el período inicial de estadía, comenzó la preocupación: "Yo no sé qué pasaría para no regresar. De vez en cuando llamaba: "Estoy bien, estoy contento, aquí con unos amigos. No, es que es muy lindo Buenos Aires y es muy lindo Argentina, decía. Pero no sabíamos en las condiciones en que él estaba, ni nada. Estábamos muy ajenos a todo".
Para don Luciano, el hecho de pasar tantos meses sin regresar ya no le parecía normal, porque su hijo no tenía necesidad de buscar trabajo en otro país, ya que ni siquiera había terminado el bachillerato. Jordan cursaba noveno grado en el Colegio San Juan Bautista de la Salle y según dice su padre, era un estudiante muy juicioso, obtenía muy buenas notas y quería estudiar arquitectura cuando se graduara.
Al no saber nada del paradero de Jordan durante tantos meses, trataron de comunicarse nuevamente con él. Pero fue a través de un primo que el muchacho se contactó primero con su padre, para contarle "que estaba en problemas" -recuerda él- porque había sido arrestado junto con una banda de diez colombianos, acusados de robo de vehículos, denominados "pinchagomas" (asaltan carros pinchando las llantas).
Aunque Jordan era el único menor de edad en la banda, lo llevaron con los demás a una cárcel de mayores, ya que en el momento del arresto ni siquiera le habían comprobado su identidad. Ahí estuvo detenido tres meses. Después fue trasladado a un centro de detención de menores, llamado Centro Roca, en la provincia de Buenos Aires, y allí la única persona que ha estado pendiente de él desde entonces es la trabajadora social Anna Corvalan.
Ella ha hablado en varias ocasiones por teléfono con don Luciano y a finales de febrero, le dijo que debía viajar a Argentina: "Me dijo la trabajadora social "véngase cuanto antes". Le dije "doctora, ¿en qué tiempo o qué hay que hacer? ¿Por qué tan rápido?" y me dijo "coja el primer vuelo y se viene cuando pueda". Yo dije que por los recursos es imposible, porque nosotros somos muy pobres. Yo llevo seis meses incapacitado desde el mes de agosto, me partí el pie derecho, tibia y peroné y estoy incapacitado, todavía estoy en muletas. Hasta ahora pasé las últimas terapias, me formularon 70 terapias".
Además de la incapacidad que lo afecta, los ingresos del hogar de don Luciano son muy escasos. Él vive con su madre, Bertilda Gómez, de 79 años, y su hijo Jordan en una casa de fachada azul en el barrio Inglés, en la localidad Rafael Uribe Uribe de Bogotá. Su única actividad económica es un depósito de cerveza, en el garaje de su casa. "Así lo único que estamos ahorita es con el depósito de cerveza. Es un mini depósito. Eso es una poquedad. El único ingreso de la familia, no hay otra cosa, no hay más sino eso".
La trabajadora social le solicitó a don Luciano que le mandara varios documentos que se requerían a su correo electrónico, entre ellos el registro de nacimiento de Jordan y una copia del permiso firmado por ambos padres. La madre del joven no se ha comunicado hasta el momento con su hijo, así lo confirma su padre.
-¿Ella sabe de la situación de Jordan?
- De pronto ella puede saber algo, pero como ella tiene otro hogar, tiene tres hijos aparte, entonces estamos muy aislados.
-¿Entonces no se habla con ella?
- No, muy poco.
-¿Hace cuánto no sabe de ella?
- Con ella nos vemos de vez en cuando, llama de vez en cuando, pero como ella tiene otro hogar, entonces está más dedicada al hogar de ella que a otras cosas.
En la última llamada con la trabajadora social, Corvalan le dijo que un cónsul colombiano llamado Camilo González se iba a comunicar con él. Hasta el momento de la entrevista, don Luciano aseguró que no había recibido aún dicha llamada.
- Usted además de ayuda económica, ¿qué otra ayuda necesitaría aquí en Colombia para ayudarle a su hijo en su situación?
- Pues yo les pido a los que me pueden ayudar desde Argentina para ver si le pueden resolver la situación lo más pronto posible, con tanto gasto, porque se me dificulta mucho para yo ir hasta por allá y para todo eso, queremos tenerlo acá para que siga estudiando, para estar viendo por él, porque él todavía es un niño, adolescente todavía. Nunca ha estado ausente de nosotros por un día siquiera y eso nos tiene siempre acomplejados, bastante la ausencia de él y todo.
(Días después de esta entrevista, Luciano Baquero logró reunir unos recursos para viajar a Argentina y hacerse presente ante el juez para que le entregaran a su hijo. Sin embargo la fecha del juicio se aplazó y tuvo que regresar a Colombia sin Jordan. El joven sigue detenido. La historia continúa.)

Pie de foto:
1. Don Luciano Baquero, padre de Jordan, en el cuarto del joven. Jordan lleva ausente de su casa desde septiembre. Está detenido en Argentina.
Se menciona el Menor a solicitud de su padre
Natalia Torres
Comunicadora social-periodista

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